Seguridad en obras de construcción: prevención de riesgos asociados
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) define la prevención de riesgos laborales como la disciplina que busca promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la identificación, evaluación y control de los peligros y riesgos derivados de las condiciones del trabajo.
Así, se entiende como riesgo laboral la posibilidad de que un trabajador pueda sufrir cualquier daño derivado del trabajo, considerándose daños derivados del trabajo las enfermedades, patologías o lesiones sufridas como consecuencia del trabajo.
Seguridad en la Construcción
El indicador mediante el cual se puede valorar el efecto del accidente en el trabajo y la siniestralidad laboral es el índice de incidencia que cuantifica el número de accidentes con baja laboral por cada cien mil trabajadores. Según el informe anual de accidentes de trabajo del 2020 realizado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social de España, el índice de incidencia del año 2020 fue de 2455,1 accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo por cada cien mil personas. El índice más alto por sectores se dio en el de la construcción con un 5804,1 seguido por el sector agrario con 4166 y el sector de la industria con 4004,5. Todos ellos muy por encima de la media de 2455,1, situándose por debajo de la media el sector de servicios que registró un índice de incidencia de 1828,3.
El “Estudio sobre riesgos laborales emergentes en el sector de la construcción” editado por el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) identifica actividades y áreas susceptibles de crear un alto índice de situaciones de riesgo laboral las asociadas al crecimiento exponencial de la actividad relacionada con la construcción sostenible, a la exposición a los residuos de construcción y demolición (RCD) generados en obras de excavación, nueva construcción, rehabilitación o demolición; al envejecimiento de la población activa en la construcción; a la exposición a agentes químicos o al incremento de peligros naturales como la exposición a la radiación solar, entre otros. Asimismo, el estudio destaca como acciones estratégicas para garantizar la seguridad en la construcción y minimizar la siniestralidad laboral aspectos fundamentales como la investigación, la divulgación, la concienciación, la prevención y la formación de todos los trabajadores.
Medidas de prevención y seguridad en obras de construcción
La detección, identificación y tipificación de las situaciones de riesgo en el trabajo suponen el paso previo a la aplicación de medidas de control, prevención de riesgos laborales y solución técnica para anticipar y minimizar las situaciones indeseadas. Una obra de construcción, incluye tres fases fundamentales en las que hay que cuidar cada detalle para garantizar un entorno laboral seguro y productivo: El diseño de las soluciones de ingeniería, el suministro del material en obra y por último todo el proceso de montaje, uso y desmontaje del material suministrado. El estudio y el análisis de cada una de estas fases junto a la propuesta de soluciones rentables y seguras, marcan la diferencia en la consecución del éxito en la ejecución de un proyecto de construcción.
Durante una obra de construcción hay que tener en cuenta las siguientes circunstancias que fundamentan gran parte de la normativa de seguridad en la construcción. Estas son algunas de las situaciones y actividades críticas que pueden propiciar un mayor riesgo para la salud y la seguridad durante la ejecución de una obra de construcción, recogidas en “La guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a las obras de construcción” basada en Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. En las siguientes líneas analizaremos las situaciones de riesgo que pueden ocasionar y las medidas y reglamentos bajo las que están controladas las siguientes circunstancias: La resistencia y la estabilidad de las estructuras utilizadas en una obra de construcción; las caídas desde alturas; las caídas de objetos; los factores atmosféricos; la utilización adecuada de elementos y equipos de izado de material; la realización de trabajos subterráneos, excavaciones y movimientos de tierra; las fases de montaje, utilización y desmontaje de estructuras metálicas o de hormigón, encofrados y piezas prefabricadas pesadas; y por último, la ejecución de trabajos de derribo y demolición.
Resistencia y la estabilidad de las estructuras de obra
La regulación de estas características conforma un factor clave para evitar accidentes laborales. En una obra de construcción tanto las estructuras definitivas como las auxiliares deben de estar sujetas al cálculo de estabilidad, solidez y resistencia requeridas, teniendo en cuenta criterios contenidos en normas técnicas como las aprobadas por la Asociación Española de Normalización UNE, que contribuyen a mejorar la calidad, los servicios y productos vinculados al sector de la construcción.
En estos cálculos intervienen variables como el número de trabajadores que ocuparán el puesto de trabajo, las cargas y sobrecargas que incidirán sobre la estructura, así como posibles factores externos como los climatológicos o la ejecución de otros trabajos en el entorno. Tal y como se recoge en el artículo 4 del Real Decreto 1215/1997, todas estas comprobaciones sobre los equipos de trabajos se efectuarán por personal competente y estarán a disposición de la autoridad laboral. Además de los requisitos legales establecidos, el montaje, desmontaje, uso y mantenimiento de las estructuras auxiliares se deberá ajustar a lo dispuesto en el manual de instrucciones o guía de usuario facilitado por el fabricante.
Prevención de caídas desde altura en obras de construcción
La realización de trabajos en altura requiere la utilización de plataformas de trabajo o estructuras diseñadas específicamente para esa circunstancia. En una obra de construcción son muy frecuentes los andamios, las plataformas de trabajo y los accesos temporales.
Las plataformas de trabajo se pueden considerar como sistemas de protección colectiva al evitar las caídas de huecos y aberturas existentes en los pisos de las obras o bordes de losa. Estas plataformas de trabajo funcionan también como apoyo para el encofrado y para realizar tareas posteriores como cerramientos o reparaciones en los muros ejecutados.
Los accesos temporales en forma de torres de escalera, pasarelas, rampas o plataformas proporcionan accesos y tránsitos seguros tanto para operarios como para peatones. Según lo analizado en el punto anterior, la resistencia de estas estructuras deberá ser la adecuada para soportar el peso de los materiales y las personas que las utilicen.
El riesgo de caídas durante la ejecución de una obra de construcción se puede deber a circunstancias como la existencia de huecos en el suelo, falta de protección perimetral en la losa, en la plataforma o en el tejado y falta de un acceso seguro, entre otras. Para evitar estas situaciones es necesaria la adopción e instalación de sistemas de protección colectiva y de los elementos de seguridad capaces de garantizar la protección de todas las personas que trabajan en una obra.
Las barandillas de seguridad se deben de utilizar en los lugares que supongan para los trabajadores un riesgo de caída de una altura superior a 2 metros y deberán ser rígidas, sólidas y resistentes de acuerdo a los requisitos de la norma UNE-EN-13374 correspondiente. Ofrecen una protección colectiva de borde para prevenir la caída de personas y objetos a un nivel inferior desde tejados, bordes de estructuras de hormigón y diferentes sistemas de encofrado. Para facilitar el montaje y la manipulación de este sistema de protección colectiva es importante la ligereza de los accesorios que lo componen.
Las medidas de seguridad en el uso de andamios merecen un capítulo aparte que encontrarás en este blog.
Las redes de seguridad tienen como objetivo detener, impedir o limitar la caída tanto de personas como de objetos. Durante el proceso de montaje de encofrados horizontales o de losa, también se utilizan las redes bajo forjado, que se componen de redes con cuerdas perimetrales unidas al encofrado de losa mediante anclajes, colocando la red próxima a la colocación de los tableros o paneles de encofrado protegiendo de la caída al forjado inferior.
En cuanto a los trabajos de construcción de edificios de gran altura son destacables por la seguridad y productividad que ofrecen las pantallas de protección perimetral, totalmente adaptables a diferentes geometrías. Se trata de un sistema de seguridad para el perímetro de edificios de gran altura que cubre el piso en construcción y los pisos inmediatamente inferiores. A medida que avanza la obra las pantallas van subiendo de nivel mediante grúa o sistema hidráulico. Además de cerrar todos los huecos del perímetro, elimina el efecto visual negativo debido a la altura y ofrece protección ante inclemencias meteorológicas.
Es importante destacar antes de terminar con las medidas de protección colectiva en trabajos realizados a gran altura, que tal y como se establece en el apartado 4.1.1 del anexo II del Real Decreto 1215/1997, se debe dar prioridad a las medidas de protección colectiva frente a las medidas de protección individual y que esta elección no podrá subordinarse a criterios económicos.
Medidas de prevención en caídas de objetos durante la ejecución de una obra
Los trabajadores y peatones deben estar protegidos contra la caída de objetos o materiales durante una obra de construcción para lo que se utilizarán siempre que sea técnicamente posible, medidas de protección colectiva. Los medios de protección colectiva a utilizar son muy variados. Entre estos pueden citarse: las barreras, plintos o rodapiés, marquesinas, las redes de seguridad o las cubiertas temporales de protección tanto para la prevención de caída de objetos como para la protección ante inclemencias meteorológicas. Además, siempre que sea necesario, se establecerán pasos cubiertos o se impedirá el acceso a las zonas peligrosas. Las cubiertas de protección ofrecen la solución para establecer zonas de trabajo seguras, cómodas y protegidas en espacios de rehabilitación y construcción. Evitan las caídas de personas y objetos, protegen además al tránsito de peatones debajo de la obra de posibles caídas de objetos.
Prevención en la utilización de encofrados y piezas prefabricadas pesadas
El montaje y desmontaje de las estructuras metálicas o de hormigón, los encofrados, las piezas prefabricadas pesadas o los soportes temporales y los apuntalamientos sólo se podrán realizar bajo vigilancia, control y dirección de una persona competente. Además, deben proyectarse, calcularse, montarse y mantenerse de manera que puedan soportar sin riesgos las cargas a las que sean sometidos. Estos productos serán certificados, normalizados o amparados por un documento de idoneidad técnica. El montaje, utilización, mantenimiento y desmontaje se realizará de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Bajo ningún criterio se sobrepasarán las acciones de cálculo especificadas en la documentación técnica que siempre acompaña a los sistemas de encofrados, soportes y apuntalamientos. Se puede consultar como referencia la norma UNE 180201
Las soluciones de encofrado y andamio deben superar unas pruebas de calidad antes de su oferta al mercado, dirigiendo y supervisando el montaje por técnicos cualificados. En este sentido, gracias a la metodología BIM, se pueden realizar simulaciones de comportamiento de productos en situaciones reales de obra, anticipando posibles situaciones de riesgo y diseñando la solución antes de la ejecución del proyecto.
En la actualidad, la seguridad y el rendimiento en obra son el objetivo principal a la hora de diseñar y fabricar los sistemas de encofrado, mejorando continuamente los productos y proporcionando a los operarios una mayor ergonomía y manejabilidad de los sistemas, cada vez más versátiles y compatibles con otros productos y sistemas de seguridad. Es importante también que algunos de sus elementos ofrezcan la posibilidad de ser previamente montados en almacén, para ser izado con grúa, reduciendo así el tiempo de montaje. Como ejemplo tenemos los encofrados de losa caracterizados por la rapidez de montaje y desmontaje gracias al diseño del cabezal de caída que permite el descenso del encofrado, facilitando la recuperación del material sin que este caiga al suelo, incidiendo en la seguridad de los trabajadores e impidiendo el deterioro del material. Otro ejemplo claro de la importancia de la seguridad y la rentabilidad en el diseño y la innovación de producto, lo podemos encontrar en los sistemas de encofrado trepantes guiados que permiten el izado seguro de los paneles de encofrado sin despegar la estructura del muro, haciendo que la maniobra de trepado se realice sin ningún tipo de balanceo, de forma segura incluso en circunstancias meteorológicas adversas.
Prevención y normativa sobre trabajos de derribo o demolición
En este tipo de trabajos, considerados también como “obras de construcción” y sujetos por tanto a lo estipulado en el Real Decreto 1627/1997, merecen especial atención la seguridad y estabilidad estructural de los elementos que se quieran conservar como las fachadas, pilares o muros, hasta el momento en que se fijen a las estructuras definitivas.
ULMA especialistas en sistemas de seguridad en obras
La innovación y la seguridad están presentes en todos los sistemas de encofrado y andamio para la construcción desarrollados y fabricados por ULMA. Nuestra amplia e innovadora gama de sistemas de seguridad contribuye además a mejorar la seguridad y las condiciones de trabajo de los operarios, aumentando el rendimiento durante la ejecución de la obra.
Así, la seguridad y la calidad representan una constante durante todas las fases que implican el desarrollo y la ejecución de un proyecto de rehabilitación o de construcción, desde el diseño de la solución técnica del encofrado y el andamio, hasta el suministro del material y la supervisión en obra. Nos preocupamos por garantizar espacios y condiciones idóneas de trabajo en las obras de construcción tanto de edificación como de obra civil, mejorando la seguridad y la productividad durante el desarrollo y la ejecución de cada proyecto.
Como conclusión, mediante este artículo pretendemos hacer un resumen de algunas de las situaciones que merecen una atención especial por ser susceptibles de que en ellas puedan darse las variables de riesgo suficientes para que tengan que ser reguladas a fin de mejorar la salud y la seguridad en el trabajo.
Es necesario continuar y profundizar en el análisis, identificación de las situaciones de peligrosidad, someter la gestión, los productos y equipos utilizados en una obra de construcción a la normativa de salud y seguridad vigente, controlar su cumplimiento mediante la formación, la prevención y mediante medidas coercitivas firmes, a fin de mejorar de forma continuada y progresiva las condiciones laborales con garantías de seguridad y salud en la construcción.